martes, 1 de noviembre de 2011

El obrero, también conocido como esclavo

Subí las cortinas. Ni un rayo de luz entró en la habitación, vivo en un zulo o eso parece. Pretencioso día triste y oscuro, ya pinta feo. Desayune una pequeña galleta y un café, me es imposible desayunar mas, tengo cerrado el estomago. Ducha fría, este mes no he pagado la luz ¿Y ahora qué? ¿Pretenden que me mate a trabajar por un triste jornal? No es vida de obrero, es vida de esclavo. Los derechos murieron con las ganas de cambio y la llegada de nuestro conformismo. No busques más porque no lo encontraras, mentira.
Me niego a esta forma de existir, de subsistir.