miércoles, 15 de febrero de 2012

WONDERBRA (y los estereotipos)

El camionero gordo y grasiento que aprovecha los días calurosos para enseñar sus lorzas, el abuelete con carácter de perro que odia a los niños, el negro ignorante que vende discos en la acera, la carnicera mal humorada que vive entre sangre de cerdo, el joven estudiante friki, granudo y gafapasta... Puros y asquerosos estereotipos. Nos hacen mal, mucho mal, pues no somos capaces de ver más allá de esas etiquetas. Nos convertimos en invidentes de la realidad, perdemos la cordura.

Tal vez el camionero tenga un metabolismo rápido, tal vez el abuelete ve su fin llegar y siente envidia de los jóvenes, tal vez el negro no sea tan ignorante, tal vez la carnicera sea una psicokiller (¿?), tal vez el estudiante te salva la vida en un futuro... Como conclusión será mejor que encienda la tele y siga contaminándome sin prestar atención a la vida ''¡Anda! ¡La telentienda! Umm Wonderbra, no tengo tetas pero tal vez…

sábado, 4 de febrero de 2012

Vivir al límite implica riesgos

Ultimo yogur de la nevera y curiosamente ha caducado ayer. Ese yogur ha pasado a estar envenado, sucio. Sería un crimen el tirarlo a la basura, solo es un día, por lo que procedo a tomarlo, violarlo, mancillarlo.  La primera pequeña cucharada me inquieta y a la vez sorprende. Pero de repente  empiezo a recordar todos aquellos malos momentos que he pasado con alimentos caducados: la rica magdalena de chocolate con moho, la leche pasada de hace más de un mes… Un asqueroso regusto comienza a recorrer mi cuerpo y me doy cuenta de mi fragilidad ¡Tiro el yogur (cuchara incluida) y huyo despavorido! El terror ha sucumbido.