sábado, 4 de febrero de 2012

Vivir al límite implica riesgos

Ultimo yogur de la nevera y curiosamente ha caducado ayer. Ese yogur ha pasado a estar envenado, sucio. Sería un crimen el tirarlo a la basura, solo es un día, por lo que procedo a tomarlo, violarlo, mancillarlo.  La primera pequeña cucharada me inquieta y a la vez sorprende. Pero de repente  empiezo a recordar todos aquellos malos momentos que he pasado con alimentos caducados: la rica magdalena de chocolate con moho, la leche pasada de hace más de un mes… Un asqueroso regusto comienza a recorrer mi cuerpo y me doy cuenta de mi fragilidad ¡Tiro el yogur (cuchara incluida) y huyo despavorido! El terror ha sucumbido.

2 comentarios:

  1. hoy ya me tome mi yougurt hace un par de horas, la verdad siempre me fijo en la fecha, pero esta vez no lo hice. glup.

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  2. ¿Cóomo has sido capaz de comerte una magdalena con moho? O.o Madre mía, qué personaje. Te voy a seguir, a ver si te leo mas ingeniosidades, que esta ha sido la que más me ha gustado. Si quieres devolverme al menos la visita, mi blog está en mi perfil ;) Un saludo.

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