Me he enamorado de un monstruo del pasado, cual he
idealizado y ahora ha mutado. Vivo enganchado a un sueño convertido en parte de
lo que ahora es mí ser. Debo ser deprimente. Ya no importan las apariencias, tras
la muerte no hay nada. Escuché a una culebra reptar, no gire la cabeza y ya me
la suda si habla de manzanas o paraísos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario