Golpeo la puerta y quién es. Soy el fruto de las pasiones,
frustrante cuando careces de ella, cuando no te lo puedes permitir.
Me he asomado a la ventana de mi primer piso, solo he visto
el suelo muy cerca y a gente volando en pisos muy por encima. No es la soledad, lo que más me aterra, sino saber que no les aterra a todos. Llamarme envidioso,
el solitario no es elegante, es envidioso.
Víctimas de la
soledad desde un sexto os lanzáis al cielo, el aire choca en vuestras caras,
vivís un momento de adrenalina y no estáis tan solos, pues los pájaros os
acompañan. No es tan fácil cuando te encuentras en un primero y tras la caída
solo hay más dolor.
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